En The Legend of Zelda: Tears of the Kingdom hay montones de personajes curiosos repartidos por todo el mapa, pero sin duda la estatua maligna es uno de los más peculiares. Y aunque tuvo su primer aparición en Breath of the Wild, en esta secuela ha regresado para volver a ayudarnos en nuestra aventura (aunque de primeras no parece estar muy dispuesta a ello).
Ahora bien, es probable que muchos no hayáis encontrado a esta estatua mientras explorabais Hyrule, por lo que hoy os enseñaré el lugar exacto donde podéis encontrarla y cuál es su utilidad. ¡Vamos a ello!
Lo primero es lo primero. ¿Donde está la condenada estatua maligna? Pues bien, la respuesta corta es: en el interior del Pasadizo de la familia real. Pero claro, esa respuesta seguramente no os ha aclarado mucho vuestra duda, así que os explicaré como llegar hasta la estatua paso a paso.
Lo primero que tendréis que hacer es meteros en el Refugio del Fuerte Vigía, donde encontraréis a varios personajes y una efigie de la diosa. Entre todos esos NPC podréis ver que hay una Sheikah, llamada Zheline, barriendo el suelo. Al inicio de la aventura si interactuáis con ella no os dirá nada interesante, pero cuando ya hayáis avanzado un poco la podréis ver delante de un agujero en una de las paredes del refugio.
Si habláis con ella os revelará que ha sido la culpable de abrir ese boquete en la pared, y además os explicará que ha oído una voz muy siniestra que proviene de dicho agujero. Entonces se nos activará la aventura secundaria llamada "Averigua de quién es la voz". Ahora lo que tenemos que hacer es meternos por el agujero y llegaremos al Pasadizo de la familia real.
Una vez ahí dentro, veréis que os aparece a la derecha un diálogo con una exclamación roja, y también oiréis ruidos extraños que proceden del interior de la cueva. Romped varias de las rocas que obstruyen el paso hasta que veáis a la estatua maligna a vuestra derecha. (¿Veis?, tampoco ha sido tan difícil encontrarla, y de paso habéis completado una aventura secundaria).
Pues en realidad sirve para lo mismo que la usábamos en Breath of the Wild: Para intercambiar corazones por energía y viceversa. De hecho en realidad lo que cambiaremos es rupias, ya que por cada contenedor (ya sea de vitalidad o de energía) que le entreguemos a la estatua esta nos hará entrega de 100 rupias, y si queremos recuperar el contenedor que le hemos dado, o cambiarlo por la otra opción, deberemos apoquinar unas 120 rupias.
Por lo tanto, siempre que queráis cambiar uno de vuestros contenedores de vitalidad por uno de energía (o viceversa), podréis acudir a esta estatua maligna, que en realidad tan maligna no es aunque lo de cobraros 20 rupias por cambio que hagáis muy bueno no es. Todo sea dicho.
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