En septiembre del año pasado, ZeniMax registró la marca "Redfall". Recordando que este es el nombre anglosajón para una de las localizaciones dentro del universo de The Elder Scrolls, comenzaron las especulaciones respecto a que dicha ubicación sería la ambientación para The Elder Scrolls VI, el nuevo juego de la saga. No obstante, en febrero de este año, la compañía entró en disputas comerciales con BookBreeze por los derechos de la mencionada marca, situación que inhibiría a Bethesda de proceder a nombrar su actual proyecto como tal.
Pese a ello, si en marzo informábamos que los inconvenientes legales estaban llegando a su fin, hoy podemos confirmar, gracias a Gamasutra, que la contienda ha terminado. "ZeniMax Media Inc. y Bookbreeze.com están felices de anunciar que han resuelto, amigablemente, la disputa sobre la marca Redfall", estableció la primera de las empresas mencionadas, culminando así la álgida situación.
"Mientras que los específicos términos del acuerdo son confidenciales, las partes creen que la resolución del asunto es mutuamente beneficiosa tanto para ZeniMax como para Bookbreeze.com y sus respectivos fanáticos", añade la declaración. En base a esto último mencionado, resurgen las especulaciones relacionadas a que, efectivamente, la próxima iteración de la franquicia de rol nos trasladará hasta lo que se teoriza es la suma de Páramo del Martillo, hábitat de los Guardias Rojos, y Daggerfall.
Aun así, insistimos en que no se trata de una confirmación oficial, pues lo único que se conoce es que The Elder Scrolls VI saldrá para PC, Xbox One y PlayStation 4.
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