Koch Media España invitó a Areajugones esta semana a probar el último juego de Deep Silver, Homefront: The Revolution para PlayStation 4, Xbox One y PC. Tuvimos tres horas para ver qué tal se manejaba la secuela del primer título que se lanzó en THQ en 2011 y podemos decir que esta versión casi final del shooter es una apuesta a tener en cuenta.
Antes de contaros las novedades del juego, debemos poneros en contexto. ¿Qué veremos en Homefront: The Revolution? En este shooter en primera persona estaremos ante un mundo abierto en el que dirigiremos el movimiento de la Resistencia en una guerra de guerrillas frente a una fuerza militar superior. Nosotros, formando parte de la Resistencia en 2029, podremos impulsar una rebelión en las calles y convertir la Ocupación en Revolución a medida que los civiles oprimidos se suman a la lucha.
Sin embargo, el enemigo juega con ventaja: Corea tendrá a su disposición armas, tecnología, equipamiento y ayuda aérea superior. ¿Cómo poder burlar la gran seguridad y opresión a la que están sometidos los norteamericanos? En este título será primordial ser un entendido de los secretos de las guerras de guerrillas: emboscadas, sabotaje, infiltración, engaños y mucho más sigilo será el necesario para que podamos luchar en una batalla continua en Filadelfia para liberar a los barrios oprimidos y asolados por la fuerza coreana.
Cuatro años después de la ocupación militar, Estados Unidos es una nación doblegada. En Filadelfia, como cuna de la Independencia que es, se ha visto obligada a dividirse en 3 zonas:
Estos ciudadanos pueden elegir entre una deprimente existencia de trabajos forzados, unas condiciones de vida pésimas o venderse a las fuerzas coreanas por la seductora comodidad que les proporciona la colaboración.
Homefront: The Revolution no posee unos gráficos de escándalo aún usando el motor gráfico CryEngine. Siendo conscientes de lo que eso supone, Deep Silver lo ha sabido solucionar con una primera persona muy creíble y realista que hará que nos creamos por un momento que estamos siendo vapuleados cruelmente por el enemigo o que estamos disparando directamente a las fuerzas norcoreanas.
Afortunadamente, Homefront: The Revolution no es solo un shooter, no te dejes engañar por el género que viene preestablecido, ya que podemos concluir que el juego también bebe mucho del género sandbox. Un mundo abierto, vivo y vibrante que responde a todas nuestras acciones y cuyo mapeado es claramente intuitivo, sencillo y efectivo.
Nos gustaría resaltar la importancia de los drones como método de vigilancia por parte de los coreanos. Este sistema tecnológico que últimamente está en auge, no solo en el mundo de los videojuegos sino también en la vida real, hace que sea un poco más complicado el entrar en territorio enemigo, por lo que su destrucción será más que necesaria en varias ocasiones.
Manejaremos a Ethan Brady como uno de los protagonistas de la Resistencia y comenzaremos con que uno de los más buscados de la Resistencia nos salva la vida después de ver cómo nuestros compañeros son asesinados de manera cruel y vil. Aunque la introducción es un poco larga, la situación narrativa te sumerge en el juego donde la historia cobra, evidentemente, más protagonismo que el primer Homefront.
Sin embargo, este aspecto tiene sus carencias que hace que el título, para los que el género shooter no sea lo suyo, les pueda parecer un juego más sin ningún tipo de novedad aparente. Su jugabilidad es un tanto complicada en ocasiones. La motocicleta que, a priori podemos pensar que es algo genial, se convierte en un infierno a la hora de conducir debido a su pésimo control de la misma. Precisamente, Deep Silver comete un fallo queriendo hacer demasiado realista una movilidad que ya es complicada en la vida real y que en el videojuego más que un apoyo se termina convirtiendo en una odisea.
Además, en muchas ocasiones nos veremos solos ante el peligro y en unas situaciones totalmente irreales como acabar con todo un ejército de coreanos siendo su inteligencia artificial muy absurda y tonta. No sabemos si es por el modo de dificultad que hemos elegido, pero se hace sencillo acabar con los soldados del EPC si tenemos un mínimo de puntería.
El sistema de personalización de armas sobre la marcha a casi cualquier otro tipo, es un punto muy a favor que te puede ayudar a salir airoso de situaciones complicadas con unos controles realmente cómodos y dinámicos. Podemos añadir un silenciador para infiltrarnos en la oscuridad en un ciclo dinámico de día-noche que dará ese toque especial, distintas miras telescópicas o sujeciones para conseguir desde estabilidad móvil a corta distancia a precisión a larga distancia o convertir nuestro rifle de asalto en un lanzagranadas, son varias de las infinitas cosas que podremos realizar en Homefront: The Revolution.
Ethan Brady no tiene ningún tipo de diálogo en todo lo que jugamos, haciéndonos totalmente protagonistas de esta letal guerra. Pero si nos tenemos que poner exigentes, que el personaje no tenga ninguna interacción con sus compañeros o alguna toma de decisiones sino que se plantee como alguien totalmente neutro, hace que pierda un poco de emoción, pues da la impresión de que no se “siente” de verdad en el juego.
La Guerra de Guerrillas es tan importante como nos imaginábamos en un principio. El sigilo, las emboscadas, las tácticas relámpago en tiroteos improvisados, distraer patrullas, hackear cámaras de seguridad o usar bombas incendiarias para emboscar a la fuerza coreana son algunas de las increíbles cosas que deberemos hacer en Homefront: The Revolution. Nuestro kit de Guerrilla será esencial para realizar toda clase de tácticas. Además, ser parte de la Resistencia no es tarea fácil y nos lo demuestra constantemente su considerable dificultad que el título no trata de ocultar.
Otro elemento que debemos tener en cuenta son las características “Hearts and Minds”. Es evidente que tenemos misiones principales que deberemos cumplir para que la Revolución pueda prevalecer; no obstante, hay otras misiones secundarias en la Zona Amarilla que ayudarán a que el mundo abierto se transforme dinámicamente alrededor nuestra a medida que aumenta este estado en el que deberemos ayudar a los que siguen fielmente las dictatoriales órdenes coreanas para no ser ejecutados. Si cumplimos con estas características, poco a poco el pueblo pasará de una sumisión constante a salir a la calle, a protestar por nuestros derechos.
Homefront: The Revolution ha mejorado mucho después de su beta. El simple concepto de shooter se ve relegado a FPS con un poco de sandbox donde, a todo aquel que le apasione el sigilo y el tiroteo, le gustará. No podemos obviar sus fallos más graves como el manejo de la motocicleta y una inteligencia artificial que funciona de forma deficiente, además de su fuerte interés por hacer por una parte al juego muy realista y por otro lado, sobre todo el gráfico, desinteresarse en el mismo aspecto.
Homefront: The Revolution llegará para PlayStation 4, Xbox One y PC el día 20 de mayo totalmente en castellano. Además de la versión física normal, si eres fan de las ediciones coleccionistas, Goliath Edition es tu edición perfecta. Incluye una reproducción a escala natural del dron radiocontrol “Goliath”, una de las armas más imponentes del arsenal de la contrainsurgencia del EPC, un exclusivo steelbook, un impresionante libro de arte de 32 páginas con la Resistencia como concepto artístico, el pack “Revolutionary Spirit” y el pase de expansión de Homefront: The Revolution.
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