Hace aproximadamente un mes, el dirigente de marketing de Xbox, Aaron Greenberg, impulsó una plataforma de donaciones para financiar Xbox One a un hospital de niños ubicado en Seattle. El pack que quiso otorgar a los chavales aquejados de varias patologías que impiden la normalización de sus vidas fue una Xbox One móvil que incluye un monitor y dos controladores, todo adaptado a las condiciones de la internalización hospitalaria. Para ello, las consolas permiten rotar y, así, aclimatarse a los niños más críticos.
La meta establecida por la campaña apuntaba a los 12.500 dólares, con dos unidades donadas inicialmente por el propio Greenberg para fomentar la participación y mostrar su dedicación en el programa. Hoy por hoy, el objetivo ha sido alcanzado y superado mientras sigue aumentando la cifra total.
Los niños hospitalizados durante un tiempo prolongado adolecen de aburrimiento, pues los pasatiempos habituales están restringidos por las medidas preventivas inherentes al estado enfermizo. No obstante, la incorporación de consolas puede amenizar los días de los niños y hacer su estancia más llevadera. Si la campaña de recaudación resulta exitosa, muy posiblemente se extenderá por muchísimos hospitales de todo Estados Unidos, como ya se está haciendo.
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