La administración del presidente norteamericano Donald Trump está siendo especialmente agresiva en la ‘guerra del comercio’ contra China. Hace unas semanas ya nos hicimos eco de como los tres grandes gigantes del videojuego en la actualidad, Sony, Microsoft y Nintendo, se unieron para plantar cara al nuevo impuesto propuesto por el gabinete del presidente republicano. La intención de las tres compañías era la de avisar tanto al gobierno americano como al consumidor que de aplicarse este tipo de tarifas a la importación de consolas se produciría un "efecto dominó" especialmente dañino para el ecosistema de la industria del videojuego.
Hay que tener en cuenta que alrededor de un 96% de las videoconsolas importadas en los Estados Unidos durante el año pasado fueron manufacturadas en China, y esto también incluye a la plataforma Xbox de Microsoft que pese a ser una empresa norteamericana también produce sus consolas en dicho país. Intentar cambiar este patrón de líneas de suministro aumentaría considerablemente los costes de producción y por consiguiente también su precio en el mercado, ya que dichos productos son fabricados en condiciones muy calculadas para que resulten interesantes y accesibles cara al consumidor a través de su precio de venta final.
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Esta nueva tarifa del 10% entraría en vigor al terminar el verano el día 1 de septiembre, y afectaría a 300 mil millones en dólares de bienes chinos, incluyendo 5,4 mil millones de dólares en consolas de videojuegos, 45 mil millones de dólares en telefonía móvil y 39 mil millones en ordenadores portátiles y tablets, según recoge la organización Consumer Technology Association (vía Wall Street Journal).
Cuando estas medidas arancelarias se apliquen, estas nuevas tarifas darán como resultado un incremento en el coste de la importación de bienes provenientes de China, lo cual también haría incrementar el precio de las consolas u otros elementos de hardware tal y como avisaba hace unos días el jefe financiero de Sony Hiroki Totoki. Al tratarse del país de origen para la manufacturación de la mayoría de consolas del mercado, es inevitable que estos productos se acaben encareciendo hasta que lleguen al consumidor. "Creemos, y así se lo hemos comunicado al gobierno de EEUU, que estas tarifas tan agresivas acabarán dañando la economía norteamericana" afirmaba en relación a este efecto rebote.
Estas nuevas tarifas se suman a las ya impuestas por el gobierno del gabinete Trump que de momento tan solo afectaban a bienes industriales y correspondían a un total de 250 mil millones de dólares en tasas económicas. Ha sido el mismo presidente de los Estados Unidos quien indicaba ayer que si las conversaciones comerciales no progresan entre ambas potencias mundiales, está preparado para imponer los mencionados aranceles adicionales por encima del 10% pudiendo alcanzar hasta el 25% del total.
No es ningún misterio a estas alturas que la presencia de Donald Trump en la Casa Blanca ha comenzado a afectar de manera negativa al sector de los videojuegos. Prueba de ello es la unión de Nintendo, Sony y...
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